El perdón y la culpa
Perdón es una palabra enorme. Perdonar no es olvidar, perdonar no es pasar por alto, perdonar tampoco significa minizar las acciones de quien sea que nos haya lastimado. ¿Qué es perdonar entonces?. Hasta este momento de mi vida, la mejor definición que he escuchado es:
Pero yo no estoy por la ocasión de hacerle al filósofo, ni mucho menos de intentar dar lecciones de vida o consejos de "cómo ser felíz en sólo 10 sencillos pasos". El asunto que quiero tratar hoy, es un poco de índole más personal. Quiero hablar acerca del titánico proceso se perdonarse a uno mismo.
Aún no estoy tan segura de que sea correcto escribir esto, pero... indudablemente la culpa es el sentimiento que peor manejo y que peores consecuencias ha traido en mi vida. De una horrible forma la culpa ha estado siempre presente en mi vida, y cada vez que he cometido una estupidez, invariablemente la culpa ha tenido un papel protagónico.
Todo esto me ha llevado al punto en el que siento unos deseos incontrolables de comenzar a perdonarme mis errores, no sólo los grandes, como haber permitido que otro ser humano me haya robado la libertad por mucho tiempo, también los errores pequeños e insignificantes como no haber lavado los trastes hoy (sí, es estúpido, pero me siento tan culpable por eso, como si hubiera salido a la calle a golpear a un anciano).
Recuerdo con demasiada nitidez, una ocasión, en la que siendo una niña de algo así como 5 años, me subí a una cama y comencé a brincar con infinito placer... cuando mi madre vió aquello me regañó, y días después me enseñó sus manos muy lastimadas, sangrando, y me dijo "no debes brincar en la cama, porque ese colchón lo compré sangrándome las manos así... ¿crees que es justo?". Claro está, me sentí peor que si yo hubiera hecho cada una de las heridas que mi madre tenía en las manos.
Carezco de la autoridad moral suficiente para juzgar a mi madre, es simplemente que en mis recuerdos hay un montón de historias a las que no les encuentro explicación alguna. Durante muchos años viví llena de un rencor atroz en su contra... Luego simplemente la perdoné, me tomó años hacerlo, pero conseguí comprender que mi madre, como todos, es el resultado de una serie de sucesos y acciones de las cuales ella no es responsable. Entendí que aunque sus acciones fueran incomprensibles, jamás tuvo intención de lastimarme, y por encima de todo, es una mujer hermosa en el más estricto sentido de la palabra.
Ejercicios como ese, he hecho más de uno en la vida. Primero perdoné a mi madre, luego perdoné al hombre que me violó cuando tenía 3 años, luego al alcohólico que se murió insultándome sin razón alguna mientras yo le daba de comer en la boca...
Pensaba hace días que en ese sentido aún tengo mucho trabajo por hacer, la lista de gente a la cual le guardo rencor, es francamente bastante surtida. Pero ahora he caido en cuenta que... en esa lista nunca figuré yo. ¿¡Qué ironía no!?, después de todo, mi humilde ser es quien merece tener el primer lugar en esa enorme lista de "personas a quienes les guardo rencor y debo perdonar".
Quizá sea esa la razón de que yo no haya conseguido nunca el éxito en cuanto a dejar de ser depresiva se refiere... seguramente todo es, porque he pasado 24 años de mi vida haciendo el trabajo al revés. Así que es tiempo de comenzar a trabajar este problema desde la óptica adecuada, es tiempo de perdonarme a mí antes que a nadie en el mundo. Debo ser tolerante conmigo... debo ser tolerante conmigo.
Mañana, me prometo hacer una lista (que indudablemente será larga y requerirá más de un día de trabajo) en la cual escriba todas las cosas que tengo que perdonarme. Pero comenzaré de a poco, lo primero que haré será dejar de sentirme culpable hoy por haber escrito esto.
"Perdonar es recordar sin dolor"
Pero yo no estoy por la ocasión de hacerle al filósofo, ni mucho menos de intentar dar lecciones de vida o consejos de "cómo ser felíz en sólo 10 sencillos pasos". El asunto que quiero tratar hoy, es un poco de índole más personal. Quiero hablar acerca del titánico proceso se perdonarse a uno mismo.
Aún no estoy tan segura de que sea correcto escribir esto, pero... indudablemente la culpa es el sentimiento que peor manejo y que peores consecuencias ha traido en mi vida. De una horrible forma la culpa ha estado siempre presente en mi vida, y cada vez que he cometido una estupidez, invariablemente la culpa ha tenido un papel protagónico.
Todo esto me ha llevado al punto en el que siento unos deseos incontrolables de comenzar a perdonarme mis errores, no sólo los grandes, como haber permitido que otro ser humano me haya robado la libertad por mucho tiempo, también los errores pequeños e insignificantes como no haber lavado los trastes hoy (sí, es estúpido, pero me siento tan culpable por eso, como si hubiera salido a la calle a golpear a un anciano).
Recuerdo con demasiada nitidez, una ocasión, en la que siendo una niña de algo así como 5 años, me subí a una cama y comencé a brincar con infinito placer... cuando mi madre vió aquello me regañó, y días después me enseñó sus manos muy lastimadas, sangrando, y me dijo "no debes brincar en la cama, porque ese colchón lo compré sangrándome las manos así... ¿crees que es justo?". Claro está, me sentí peor que si yo hubiera hecho cada una de las heridas que mi madre tenía en las manos.
Carezco de la autoridad moral suficiente para juzgar a mi madre, es simplemente que en mis recuerdos hay un montón de historias a las que no les encuentro explicación alguna. Durante muchos años viví llena de un rencor atroz en su contra... Luego simplemente la perdoné, me tomó años hacerlo, pero conseguí comprender que mi madre, como todos, es el resultado de una serie de sucesos y acciones de las cuales ella no es responsable. Entendí que aunque sus acciones fueran incomprensibles, jamás tuvo intención de lastimarme, y por encima de todo, es una mujer hermosa en el más estricto sentido de la palabra.
Ejercicios como ese, he hecho más de uno en la vida. Primero perdoné a mi madre, luego perdoné al hombre que me violó cuando tenía 3 años, luego al alcohólico que se murió insultándome sin razón alguna mientras yo le daba de comer en la boca...
Pensaba hace días que en ese sentido aún tengo mucho trabajo por hacer, la lista de gente a la cual le guardo rencor, es francamente bastante surtida. Pero ahora he caido en cuenta que... en esa lista nunca figuré yo. ¿¡Qué ironía no!?, después de todo, mi humilde ser es quien merece tener el primer lugar en esa enorme lista de "personas a quienes les guardo rencor y debo perdonar".
Quizá sea esa la razón de que yo no haya conseguido nunca el éxito en cuanto a dejar de ser depresiva se refiere... seguramente todo es, porque he pasado 24 años de mi vida haciendo el trabajo al revés. Así que es tiempo de comenzar a trabajar este problema desde la óptica adecuada, es tiempo de perdonarme a mí antes que a nadie en el mundo. Debo ser tolerante conmigo... debo ser tolerante conmigo.
Mañana, me prometo hacer una lista (que indudablemente será larga y requerirá más de un día de trabajo) en la cual escriba todas las cosas que tengo que perdonarme. Pero comenzaré de a poco, lo primero que haré será dejar de sentirme culpable hoy por haber escrito esto.