¿Crees en Dios?
Ja ja ja ja relajados compañeros, esto no es un sermón, es una pregunta, simplemente eso.
Hace ya algún tiempo que estoy buscando trabajo sin éxito... hasta hace 3 días. Ayer tuve dos entrevistas de trabajo, la primera era para hacer el trabajo que me encanta hacer, bien pagado y muy cerca de mi casa. La segunda era para entrar a trabajar a un lugar en el que se me ofrecen oportunidades de aprendizaje inmejorables, más o menos cerca de la casa y con un sueldo pobre.
Si tienen una idea más o menos de cómo soy yo, entonces ya habrán adivinado que no dormí ni un segundo la noche anterior, intentando tomar una desición, pensando en qué sería más conveniente, evaluando pros y contras de cada empleo...
Seguramente ya lo adivinaron. Ví salir el sol, completamente agotada emocionalmente y sin una desición clara en mi cabeza... aún estaba aterrorizada de tomar la decisión equivocada. Ya saben: "¿Si digo que no en la que ya tengo casi segura pero que pagan mal y luego no me contratan en el otro lugar?... me voy a querer morir" pero "¿Si digo que sí y luego me hablan del trabajo de mis sueños y ya no lo puedo dejar por el compromiso adqurirido antes?... también me voy a querer morir". En fín, el punto es que no fuí capaz de decirdir y así, sin saber realmente qué hacer, fuí a ambas entrevistas.
Efectivamente, una ya estaba segura, pero me ofrecieron un sueldo muy bajito y eso me agüitó mucho, me dieron una noche para pensarlo. Hoy a las 9:30 am tenía que llamar para comunicarles mi desición. Lo hablé con mi esposo, pedí consejo a mis ex-jefes... lo pensé y lo repensé de nuevo y en el extremo de mi desesperación, pedí una señal divina, le pedí auxilio a Dios y le dije que francamente me sentía incapaz de tomar la desición sola, que me ayudara por favor.
Ahí es el punto en el que entra la fé... después de haber hecho eso, después de abandonarme en las manos de Dios y con la plena certeza de que Él haría lo mejor para mí, me permití dormir a pierna suelta. A las 9:20 de la mañana me desperté ya sin miedos... tenía en la cabeza muy claro que la respuesta a ese trabajo era NO. Y ya hasta sabía el chorito fantástico con el cual lo avisaría.
Tomé el teléfono, llamé, avisé que no podía, que pese a mi entusiasmo por formar parte de esa empresa y aprender todo lo que se puede aprender ahí, el sueldo no me resultaba suficiente y dadas las circunstancias, para no aceptar el empleo y después fallar porque encontré algo mejor, prefería decirles que no y que muchas gracias.
Colgué y me sentí mucho, pero mucho más tranquila... ya hacía planes para un par de días libres más... El asunto, y este es EL asunto, es que Dios ya tenía sus planes y todo ocurrió tal cual debería. A las 2:00 pm recibí una llamada de esta gente diciéndome que después de una larga conversación, decidieron que la verdad es que tengo la actitud exacta para formar parte de su equipo de trabajo y por ello habían decidido hacer una excepción única en la historia y aumentar la propuesta inicial por mil pesos.
Así gente bonita, el lunes es mi primer día de trabajo... estoy nerviosa, preocupada, contenta, asustada... pero en el fondo estoy tranquila.
El punto final es que siempre escuché esa frase de "Dios trabaja de formas muy extrañas", y yo hoy lo comprobé, pedí una señal a gritos desesperados y no recibí nada, pensé que incluso estaba siendo francamente ignorada... y ¡sopas perico!, que si hubiera recibido la señal antes, hubiera dicho que sí de inmediato y me habría quedado con un sueldo más bajo, y claro, sin señal, era obvio que mi inclinación final sería no aceptar...
De modo que... ovbiamente existen otro millón de cosas sobre la mesa, pero para mí, que creo que Dios existe, esto fué una prueba increíble de las extrañas formas en las que nos lleva al lugar indicado y en el momento indicado.
¿Ustedes qué opinan?, ¿Dios existe?, lo dejo sobre la mesa para que lo hablemos, por supuesto desde un profundo respeto por todos los puntos de vista.
Hace ya algún tiempo que estoy buscando trabajo sin éxito... hasta hace 3 días. Ayer tuve dos entrevistas de trabajo, la primera era para hacer el trabajo que me encanta hacer, bien pagado y muy cerca de mi casa. La segunda era para entrar a trabajar a un lugar en el que se me ofrecen oportunidades de aprendizaje inmejorables, más o menos cerca de la casa y con un sueldo pobre.
Si tienen una idea más o menos de cómo soy yo, entonces ya habrán adivinado que no dormí ni un segundo la noche anterior, intentando tomar una desición, pensando en qué sería más conveniente, evaluando pros y contras de cada empleo...
Seguramente ya lo adivinaron. Ví salir el sol, completamente agotada emocionalmente y sin una desición clara en mi cabeza... aún estaba aterrorizada de tomar la decisión equivocada. Ya saben: "¿Si digo que no en la que ya tengo casi segura pero que pagan mal y luego no me contratan en el otro lugar?... me voy a querer morir" pero "¿Si digo que sí y luego me hablan del trabajo de mis sueños y ya no lo puedo dejar por el compromiso adqurirido antes?... también me voy a querer morir". En fín, el punto es que no fuí capaz de decirdir y así, sin saber realmente qué hacer, fuí a ambas entrevistas.
Efectivamente, una ya estaba segura, pero me ofrecieron un sueldo muy bajito y eso me agüitó mucho, me dieron una noche para pensarlo. Hoy a las 9:30 am tenía que llamar para comunicarles mi desición. Lo hablé con mi esposo, pedí consejo a mis ex-jefes... lo pensé y lo repensé de nuevo y en el extremo de mi desesperación, pedí una señal divina, le pedí auxilio a Dios y le dije que francamente me sentía incapaz de tomar la desición sola, que me ayudara por favor.
Ahí es el punto en el que entra la fé... después de haber hecho eso, después de abandonarme en las manos de Dios y con la plena certeza de que Él haría lo mejor para mí, me permití dormir a pierna suelta. A las 9:20 de la mañana me desperté ya sin miedos... tenía en la cabeza muy claro que la respuesta a ese trabajo era NO. Y ya hasta sabía el chorito fantástico con el cual lo avisaría.
Tomé el teléfono, llamé, avisé que no podía, que pese a mi entusiasmo por formar parte de esa empresa y aprender todo lo que se puede aprender ahí, el sueldo no me resultaba suficiente y dadas las circunstancias, para no aceptar el empleo y después fallar porque encontré algo mejor, prefería decirles que no y que muchas gracias.
Colgué y me sentí mucho, pero mucho más tranquila... ya hacía planes para un par de días libres más... El asunto, y este es EL asunto, es que Dios ya tenía sus planes y todo ocurrió tal cual debería. A las 2:00 pm recibí una llamada de esta gente diciéndome que después de una larga conversación, decidieron que la verdad es que tengo la actitud exacta para formar parte de su equipo de trabajo y por ello habían decidido hacer una excepción única en la historia y aumentar la propuesta inicial por mil pesos.
Así gente bonita, el lunes es mi primer día de trabajo... estoy nerviosa, preocupada, contenta, asustada... pero en el fondo estoy tranquila.
El punto final es que siempre escuché esa frase de "Dios trabaja de formas muy extrañas", y yo hoy lo comprobé, pedí una señal a gritos desesperados y no recibí nada, pensé que incluso estaba siendo francamente ignorada... y ¡sopas perico!, que si hubiera recibido la señal antes, hubiera dicho que sí de inmediato y me habría quedado con un sueldo más bajo, y claro, sin señal, era obvio que mi inclinación final sería no aceptar...
De modo que... ovbiamente existen otro millón de cosas sobre la mesa, pero para mí, que creo que Dios existe, esto fué una prueba increíble de las extrañas formas en las que nos lleva al lugar indicado y en el momento indicado.
¿Ustedes qué opinan?, ¿Dios existe?, lo dejo sobre la mesa para que lo hablemos, por supuesto desde un profundo respeto por todos los puntos de vista.