Un poema
Claro está, este artículo estará dedicado a las madres. Ya sé que por estos días mucha gente escribe al respecto, y sé también que en realidad deberíamos festejar a nuestras madres todos los días de nuestra existencia, pero... el hecho de que haya un día explícitamente dedicado a ellas es un grandioso pretexto para recordarles (como todos los días) lo importantes que son y lo mucho que las amamos.
A propósito de las cosas que escribe la gente para las madres, tuve la fortuna de encontrarme en el blog de Susu un video que me parece de lo más divertido y real... ojalá pueden darle una ojeada, se divertirán, se los garantizo.
Bueno, ahora sí, a lo que nos truje Chencha (¿de dónde salió esa frase horrible?, si lo sabes, dilo por favor).
Si pretendiera escribir todas las razones por las cuales amo, respeto y admiro a mi madre, creo que tendría que invertir en ello mucho más tiempo del que tendré en la vida. Así que sólo les diré que mi madre es la mujer más generosa que conozco, ella pasó su vida sembrando, y sembró tanto que aún ahora yo cosecho cariño, apoyo y ayuda de todo eso que ella sembró.
Para Tomasita nunca importó si se trataba de una vecina, un drogadicto o un niño desamparado; ayuda a todos por igual. No pasa un sólo día sin que salga a la calle y me encuentre al menos una persona que me pregunta por mi mamá y le envía saludos. Alguna vez tomé un taxi del otro lado de la ciudad y resultó que el taxista conocía a mi mamá, no me cobró nada y me pidió decirle que le estaría eternamente agradecido por cuidar a su hermano drogadicto, pero sobre todo, por haberle salvado la vida a él.
Mi madre también tiene la increíble capacidad de convertir un basurero en el más hermoso jardín. Las flores son el mayor de sus vicios.
Historias podría contar miles... pero lo que realmente quiero decir es que, una persona que es tan querida por tantísima gente, invariablemente se lo merece, ¿no creen?.
Como madre es la mejor, siempre prodigándonos muestras de su amor, siempre al tanto, siempre cuidándonos, siempre pidiendo a Dios que nos llene de dicha y plenitud. Así que he llegado al punto en la vida en el que necesariamente me siento obligada a decir:
Sé que el título prometía un poema, el que siempre le digo a mi mamá, aquí se los dejo:
Ah! no puedo irme sin mencionar a mi segunda madre. Ana, mi hermana, que además de ser madre de dos hermosas niñas, es mi madre también. Te adoro hermosa.
A propósito de las cosas que escribe la gente para las madres, tuve la fortuna de encontrarme en el blog de Susu un video que me parece de lo más divertido y real... ojalá pueden darle una ojeada, se divertirán, se los garantizo.
Bueno, ahora sí, a lo que nos truje Chencha (¿de dónde salió esa frase horrible?, si lo sabes, dilo por favor).
Si pretendiera escribir todas las razones por las cuales amo, respeto y admiro a mi madre, creo que tendría que invertir en ello mucho más tiempo del que tendré en la vida. Así que sólo les diré que mi madre es la mujer más generosa que conozco, ella pasó su vida sembrando, y sembró tanto que aún ahora yo cosecho cariño, apoyo y ayuda de todo eso que ella sembró.
Para Tomasita nunca importó si se trataba de una vecina, un drogadicto o un niño desamparado; ayuda a todos por igual. No pasa un sólo día sin que salga a la calle y me encuentre al menos una persona que me pregunta por mi mamá y le envía saludos. Alguna vez tomé un taxi del otro lado de la ciudad y resultó que el taxista conocía a mi mamá, no me cobró nada y me pidió decirle que le estaría eternamente agradecido por cuidar a su hermano drogadicto, pero sobre todo, por haberle salvado la vida a él.
Mi madre también tiene la increíble capacidad de convertir un basurero en el más hermoso jardín. Las flores son el mayor de sus vicios.
Historias podría contar miles... pero lo que realmente quiero decir es que, una persona que es tan querida por tantísima gente, invariablemente se lo merece, ¿no creen?.
Como madre es la mejor, siempre prodigándonos muestras de su amor, siempre al tanto, siempre cuidándonos, siempre pidiendo a Dios que nos llene de dicha y plenitud. Así que he llegado al punto en la vida en el que necesariamente me siento obligada a decir:
Mi mamá es la mejor del mundo
Sé que el título prometía un poema, el que siempre le digo a mi mamá, aquí se los dejo:
Madre querida, madre adorada
eres tan perfecta...
que te tiras un pedo
y no huele a nada!
eres tan perfecta...
que te tiras un pedo
y no huele a nada!
Ah! no puedo irme sin mencionar a mi segunda madre. Ana, mi hermana, que además de ser madre de dos hermosas niñas, es mi madre también. Te adoro hermosa.
¡Felicidades a todas las madres, mamás y mamasitas!