La zona glútea
Son las dos de la tarde, hora pico en la que los niños han salido de la escuela, la gente que trabaja tiempo completo sale en busca de algo que comer y algunos otros han terminado ya su jornada laboral y corren como desesperados a sus respectivas casas. A esta hora (como en todas las horas pico) la ciudad vista desde lejos parecería un panal de avejas que ha sido perturbado por algún agente externo... Movimiento de un lado a otro sin cesar y con relativamente poco orden. Estamos en el Metrobús, claro está, los autobuses están bastante más que llenos... a rebozar. Toda esta gente cabe ahí dentro como sardinas en una lata. En cada estación bajan unos cuantos y suben varios más.
De pronto, en los andenes de la estación Buena Vista, se escucha la voz iracunda de una mujer:
- ¡Policía! ¡Policía! -cuando el policía está ahí, ella gira un poco y señala acusadoramente a un hombre- ¡este señor me agarró el trasero!
- ¿Eso es verdad señor? -responde el oficial-
- No Poli, lo que pasa es que yo le estaba ayudando a subirse a la señora y entonces le agarré el culo para ayudarla a subir.
- Caballero, no se dice "culo", se dice "zona glútea"
Claro está, la discusión no se detiene, esto dá para mucho más. Para cada acusación de la señora, el acusado tiene un argumento, que aunque no siempre es bueno, sí consigue alargar esta pelea que como muchas otras, ha tenido que ir a parar hasta el Ministerio público.
El Juez Civil, ya bastante acostumbrado a este tipo de incidentes, insiste una vez más:
- A ver señores, con calma. ¿Qué es lo que pasó?
- ¡Este viejo cochino me agarró el trasero!
-Yo lo único que quería era ayudar a la señora a subirse al camión, por eso la empujé de... Poli, ¿cómo me dijo que se llama el culo de la señora?
De pronto, en los andenes de la estación Buena Vista, se escucha la voz iracunda de una mujer:
- ¡Policía! ¡Policía! -cuando el policía está ahí, ella gira un poco y señala acusadoramente a un hombre- ¡este señor me agarró el trasero!
- ¿Eso es verdad señor? -responde el oficial-
- No Poli, lo que pasa es que yo le estaba ayudando a subirse a la señora y entonces le agarré el culo para ayudarla a subir.
- Caballero, no se dice "culo", se dice "zona glútea"
Claro está, la discusión no se detiene, esto dá para mucho más. Para cada acusación de la señora, el acusado tiene un argumento, que aunque no siempre es bueno, sí consigue alargar esta pelea que como muchas otras, ha tenido que ir a parar hasta el Ministerio público.
El Juez Civil, ya bastante acostumbrado a este tipo de incidentes, insiste una vez más:
- A ver señores, con calma. ¿Qué es lo que pasó?
- ¡Este viejo cochino me agarró el trasero!
-Yo lo único que quería era ayudar a la señora a subirse al camión, por eso la empujé de... Poli, ¿cómo me dijo que se llama el culo de la señora?